Por Milo Boc. El Diario, 1955
En la sala Municipal, expone el núcleo “Anteo” una magnífica muestra de sus cosechas en arte moderno. Se trata de los celebrados artistas chuquisaqueños Solón Romero, los hermanos Imana Garrón y Lorgio Vaca Duran.
Walter Solón Romero.- Es posiblemente lo más superlativo que hay en el país en materia muralista. Ha incluido entre la exhibición que comentamos, algunas fotografías de sus murales existentes en la Escuela Nacional de Maestros, en el Hall y en el Salón de Honor del la Universidad Mayor de San Francisco Xavier. Trabajados que lo acreditan como un consumado muralista.

Solón Romero ha cultivado el surrealismo y ha logrado evolucionarlo a un término expresivo de riqueza de motivos y líneas suprarrealismo que lo señala como a uno de los más altos valores en este orden. Últimamente, empleando el duco ha dado una vigorosa expresión a los diferentes motivos de sus cuadros. “Despertar de un pueblo”, revela una profunda inquietud anteica relativa al fecundado resurgimiento que se opera en la vida de los pueblos. Su pigmento cromático entusiasma a la vista más profunda. “Angustia”, en otro duco de impresionantes contornos: una mujer esquelética víctima de las injusticias de la vida, gime levantando prometeicamente sus abrazos al infinitos. Quien más, quien menos, tiene su historia y el corazón humano es un lienzo doliente, donde la injusticia social, la mano del destino o las pasiones han escrito algo. “Mañana es todavía”, en su colorido sombrío y tenebroso, encierra una escena de características intensamente dramáticas. Entre sus dibujos, “Madre” y “Mar ausente», gozan de una riqueza de tema y descripción que realmente emocionan.
Jorge Imaná Garrón.- Ha cambiado su vocación de la acuarela por el óleo. Lo hemos creído, sin eufemismo, al lado de su hermano entre los mejores acuarelistas del país y hoy lo vemos interpretar en el lienzo con la misma jocundidad que lo hacía en sus acuarelas soñadoras. En su expresionismo de hogaño, guarda aún alegría cromática y en sus bellos transportes traduce en el amarillo pálido, el crema y el beige una característica sui generis de policromías encantadas. La tonalidad azul y el verde armoniosamente adosado, dan también a sus cuadros una atrayente visión de conjuntos que seduce. “Familia”, “Cargadores”, “Mujer con Niño», son obras de excelente inspiración y desarrollo temático de sugerente contenido dentro de la modalidad de su estilo.
Lorgio Vaca Durán.- Es otro valor de la plástica, por su dominio técnico y númen prolífico. “Enjubando”, enmarca una escena rural donde luce la composición amena y a la riqueza de colorido. “Otra vez balas”, contrasta en tema con el anterior por el pasaje trágico que palpita en esos anocheceres de los pueblos que viven bajo la espada de Damocies de las revoluciones.
Gil Imaná Garrón.- Va creando un estilo de grandes y halagüeñas posibilidades. Presenta en óleo y duco tres obras, entre las que se destaca “Deseo de Paz”: una mujer y un hombre prosternados ante el cielo claman contritos por la paz del señor.
Título original: La exposición del Grupo Anteo